A lo largo de la historia hemos conocido a hermanos gemelos que son iguales por fuera pero distintos por dentro, pero en este cuento que nos ocupa no ocurre así.
Son dos pequeños casí iguales físicamente pero diferentes, lo que si que les hace iguales es su odio por los besos.
Sí odian los besos y su familia esta preocupada porque para ellos es importante el dar los besos diarios ya que lo asimilan con la felicidad.
Es tan importante, que el abuelo se para horas y horas pensando en como hacer para poder darles un beso puesto que no hay manera, ni dormidos consiguen besarles!!!!!
Al final el abuelo crea un baúl donde guardan los besos familiares y un día que los niños están tristes se lo da para que lo abrán y reciban todo el cariño y amor guardado.
Así es como se produce el cambio de la tristeza y la pena por los besos y la alegría, quedando fuera estos últimos y guardados los primeros.
Estoy muy de acuerdo con este cuento y yo de hecho me como a besos a mis sobrinos y cuando están tristes los buscan, y si estoy triste yo me los dan como elixir recuperador de la felicidad.
Me ha encantado este libro de Nuria Hernández Santos, ilustrado por Fernando Cuevas Bautista y editado por Ediciones Arcanas . Me parece un aporte de valores positivos para los más pequeños desde una perspectiva muy didáctica y cercana.
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